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FISIOTERAPIA EN LA OSTOMÍA

Actualizado: 7 feb 2021

FISIOTERAPIA ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE UN ESTOMA


Según el Libro Blanco de la Ostomía, en España hay más de 70.000 pacientes ostomizados, y se suman 16.000 casos nuevos cada año. De los cuales el 60% son ostomías temporales y el 40% permanentes.


Atendiendo a la creciente prevalencia de españoles ostomizados he creído conveniente explicaros con mayor detalle que podemos hacer para mejorar la calidad de vida antes, durante y después de una ostomía desde el punto de vista de la fisioterapia especializada en suelo pélvico, enfocándonos principalmente en las ostomías del sistema digestivo y del tracto urinario. Puesto que las ostomías más frecuentes son las colostomías (55,1%), ileostomías (35,2%) y las urostomías (9,7%).




1. ¿Qué es una ostomía?


La ostomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en realizar una apertura para comunicar una parte interna del cuerpo con el exterior, generalmente porque la función de este órgano está alterada.


Podemos hablar de ostomías en el sistema digestivo (duodenostomía, yeyunostomía, ileostomía, colostomía y gastrostomía), en el sistema urinario (nefrostomía, ureterostomía,

vesicostomía) y/o en el sistema respiratorio (traqueostomía, cricotiroidotomía).




2. Fisioterapia antes de la ostomía


Cuando el paciente conoce de antemano que va a ser sometido a una ostomía la fisioterapia tiene como objetivo detectar, prevenir y mejorar aquellas alteraciones que puedan repercutir negativamente en su calidad de vida cuando se realice la ostomía.


En este punto nos centramos en mejorar el patrón respiratorio, el control postural, el tono muscular, y en concreto, optimizar la función del sistema uroginecológico y coloproctológico.


En la primera consulta realizamos una valoración minuciosa sobre la que podéis leer más en este enlace ¿Cómo es la valoración de fisioterapia en suelo pélvico?. En concreto, los puntos en los que nos centramos antes de la ostomía son:


2.1. POSTURA

En primer lugar, y desde que os conocemos, observamos como os movéis y analizamos vuestra postura (de pie, sentados, andando, etc.). Y aunque esto ya nos proporciona mucha información; transcurrida la anamnesis (esto es la parte de la historia clínica en la que hablamos sobre vosotros y vuestro historial médico) también haremos algunos test para estudiar si pueden haber alteraciones articulares, musculares, en el sistema nervioso periférico o central, etc.


Atendiendo a los datos obtenidos en la valoración, trabajaremos con distintas técnicas de fisioterapia y ejercicio terapéutico para aliviar aquellos síntomas que presentéis en la primera consulta (p.ej: dolor lumbar, pélvico o perineal, incontinencia urinaria o fecal, estreñimiento funcional, dispareunia, vaginismo, etc.) y mejorar el esquema corporal, el control postural, la movilidad articular (dorsal y lumbo-pélvica principalmente), la competencia abdominal, la distribución de presiones en la cavidad abdomino-lumbo-pélvica, etc. Ya que el control de estos factores son determinantes para una mejor calidad de vida en las personas ostomizadas y favorecen la recuperación en aquellos casos en los que se revierte la ostomía.


2.2. PATRÓN RESPIRATORIO

En este punto analizamos vuestro patrón respiratorio, es decir, observamos como se comporta vuestro cuerpo cuando respiráis. Observamos si al coger aire eleváis los hombros o activáis mucho la musculatura superficial del cuello, si abombas el abdomen, etc.


En el caso de que se observe alguna alteración emplearemos distintas técnicas manuales para mejorar la movilidad de la cavidad torácica y de las estructuras músculo-esqueléticas que puedan estar influyendo en vuestra forma de respirar (diafragma, hombros, costillas, clavícula, cuello, etc.); además os proporcionaremos pautas y ejercicios para que realicéis en casa.


2.3. SISTEMA UROGINE Y COLOPROCTOLÓGICO

Con mucha frecuencia, antes de la ostomía nos encontramos alteraciones en la esfera uroginecológica (incontinencia urinaria, incontinencia fecal, cicatrices dolorosas tras desgarro o episiotomía en el parto, prolapso de órganos pélvicos, etc), coloproctológica (estreñimiento funcional, fisuras anales, hemorroides, etc.) y/o sexual (disfunción eréctil, vaginismo, dolor en las relaciones sexuales, etc.).


Por ello, en este caso lo que hacemos es iniciar el tratamiento en consulta cuando sea necesario. Pero, sobre todo, y lo más importante es que os proporcionamos las pautas a llevar a cabo tanto antes como después de la cirugía para que vosotros podáis detectar, mejorar y tratar lo antes posible estos síntomas desde la comodidad de vuestras casas.



3. Fisioterapia en caso de ostomía definitiva


La ostomía, como es lógico, conlleva una alteración de los tejidos que han sido seccionados (músculo, fascia, ligamentos, terminaciones nerviosas, vísceras..) que generan cambios en la funcionalidad de estas estructuras y estructuras vecinas.


Desde la fisioterapia empleamos distintas herramientas para trabajar las cicatrices, adherencias, mejorar la funcionalidad de la faja abdominal y del suelo pélvico, optimizar la distribución de presiones en la cavidad abdominal, mejorar la postura y el patrón respiratorio, y aliviar el dolor lumbo-pélvico y perineal.


En primer lugar, si aún no conocemos al paciente, realizamos una valoración minuciosa, tal como explicábamos en el punto anterior. Con la diferencia, de que en este caso nos encontramos ya con la ostomía. Por ello, además de estudiar la postura, el patrón respiratorio, la distribución de presiones, y la funcionalidad del suelo pélvico valoraremos todo lo que está relacionado con la cirugía (complicaciones previas y actuales, sintomatología, manejo de la bolsa, cicatriz, adherencias, etc.).


Concretamente, las cicatrices, adherencias y la incompetencia abdominal pueden favorecer algunas de las complicaciones tardías frecuentes tras la ostomía como son: hernias, estenosis, prolapso o retracción. Por ello es tan importante iniciar su abordaje de forma temprana.


Por otro lado, las posiciones de protección (patrones posturales de cierre) también son muy frecuentes en los pacientes ostomizados por el miedo a verter, a que se despegue la bolsa, a manchar, oler... y esto va asociado no solo a alteraciones músculo-esqueléticas, sino que también está estrechamente relacionado con el aumento de presión en la cavidad abdominal (factor a evitar/minimizar en caso de ostomía).


Para entender mejor esta última parte del aumento de presión abdominal, voy a poneros un ejemplo muy sencillo. Imaginaros vuestra cavidad abdominal como un globo al que le han hecho un corte que luego han reparado. Si apretáramos mucho este globo, o lo intentáramos flexionar/doblar por la mitad, ¿Cuál sería la zona por la que el globo explotaría?. La zona del corte sería la más frágil, ¿verdad?. Pues exactamente esto es lo que pasa después de una ostomía, que la posición en flexión de tronco (más encogidos) hace que aumente la presión hacia la zona de la cicatriz de la ostomia, lo que favorece que la víscera salga hacia fuera y aumente la tensión en los tejidos vecinos. Generando más molestias y dolor.


En este punto los fisioterapeutas disponemos de un amplio abanico de herramientas terapéuticas para ayudaros a mejorar la distribución de presiones y así, mejorar y prevenir estos problemas.



4. Fisioterapia en estoma revertido


En los casos en los que se revierte el estoma, desde la fisioterapia nos centramos en el abordaje de las alteraciones posturales, respiratorias, uroginecológicas, coloproctológicas, la competencia abdominal, la recuperación de la función del órgano expuesto al exterior... para favorecer en última instancia la vuelta a las actividades de la vida diaria y mejorar la calidad de vida.


En este momento la fisioterapia se centra en el tratamiento de alteraciones asociadas a:

  • La cicatriz y las adherencias

  • El control postural, patrón respiratorio y competencia abdominal.

  • Las estructuras relacionadas con la continencia urinaria y fecal, y la función sexual.


5. Trabajo multidisciplinar


El trabajo del fisioterapeuta especialista en suelo pélvico es únicamente una parte del tratamiento en caso de estoma. Quiero destacar en este punto la necesidad de un tratamiento multidisciplinar en el que participan urólogos, ginecólogos, coloproctólogos, sexólogos, enfermeros, psicólogos, nutricionistas,... cada uno aportando sus conocimientos en favor de la mejoría del paciente ostomizado.



6. Bibliografía

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